Con transparencia y empatía, esta empresa del rubro inmobiliario y el corretaje de propiedades se ha consolidado en Buin y en diferentes ciudades del país a través de los años, manteniendo la tradición, la esencia familiar y la confianza de sus clientes.
“Para nosotros lo importante es ser transparentes, decir la verdad a los ojos y nunca garantizar algo que sabemos que no podremos cumplir”. Esta es la frase que Gonzalo Labbé (63), presidente fundador de Labbé Propiedades, escoge para describir la esencia de su negocio, una empresa familiar que nació hace más de 30 años, impulsada por César Labbé Franco, su padre, y que ha ido creciendo y ganándose el prestigio de sus clientes conforme pasan los años.
Tal como lo señala el mismo Gonzalo, el oficio lo aprendió de su padre, quien tenía propiedades que posteriormente quedaron en manos de su primogénito cuando decidió retirarse. Desde ahí en adelante, Labbé logró sacar adelante el negocio, al que se integraron su hijo Juan Francisco (32), hace siete años, y recientemente su hijo Matías (21), unión que ha favorecido el crecimiento de la empresa debido al profesionalismo y la compenetración que han logrado. “Estamos siempre complementados, comunicados, hablamos y sabemos que está pensando el otro, hablamos el mismo idioma y eso, al final, es lo que da resultados”, señala Juan Francisco.
Hoy Labbé Propiedades trabaja en distintas ciudades de Chile, como Santiago, Viña del Mar, Rancagua, Talca, entre otras, pero conservan su casa matriz en Buin, en el mismo lugar donde se instalaron hace más de 8 años, y hasta donde llegan sus clientes, algunos que conservan desde sus inicios y otros que han ido adquiriendo poco a poco. “La lealtad, la confianza, y la verdad son muy importantes a la hora de enfrentarse a los clientes, yo nunca le he dicho a uno ´sí, te voy a vender tu propiedad´, si sé que no puedo hacerlo”, indica Gonzalo Labbé.
Son esos los factores que han logrado mantener en pie la empresa, a pesar de las dificultades. La cercanía con su público, las fuertes relaciones interpersonales que pueden lograrse luego de concretar una venta y la satisfacción, muchas veces, de cumplir ilusiones. “En este mundo, tú manejas la ilusión del comprador respecto a lo que él quiere, y a la vez, la del vendedor, pero desde otro ángulo completamente distinto, y el trabajo de uno es afinarlas y conectarlas para luego obtener algo que los beneficie”, comenta Gonzalo Labbé.
Y a pesar de lo buenos resultados que han logrado, la competencia no ha estado ausente en su camino, competidores que proliferaron, debido, entre muchas cosas, a la gran explosión inmobiliaria que ha tenido la comuna de Buin en los últimos años, y de la que los Labbé, también han sido parte. Tal como el presidente fundador de la empresa lo señala “tenemos competidores muy leales y competidores bastante desleales, a ellos nosotros los dejamos pasar y para evitarlos nos enfrascamos en lo nuestro, en lo que nosotros manejamos, le damos duro, y eso es lo que finalmente te lleva al éxito”.
Éxito que esperan seguir cultivando, conservando el espíritu familiar, expandiendo su cartera de clientes, mantenido la comunicación con su público fiel y entregándoles la confianza y el cariño que durante años los ha caracterizado.
Por: Javiera Lobos, Revista Zona Buin http://issuu.com/zonabuin/docs/zbagosto