La mayoría de las personas necesitan solicitar un crédito para comprar una vivienda. El endeudarse no es una decisión menor, toda vez que los recursos requeridos son enormes e implicarán el pago de cuotas durante décadas. Dado esto, resulta crucial saber que tipos de créditos hipotecarios existen, debido a que esta obligación nos acompañará gran parte de nuestras vidas.
Fuente: Zona Inmobiliaria
La primera opción es un crédito hipotecario con tasa de interés anual fija. Al momento de solicitarlo, una institución bancaria estima una cuota mensual en UF en base al número de años de la deuda y la tasa de interés anual pactada desde un inicio.
Estos “dividendos” no cambiarán con el paso del tiempo. Sin embargo, recuerde que la UF varía día a día y generalmente aumenta un 3% año a año. En este sentido, si bien el valor del dividendo siempre será el mismo en UF, se espera que el dividendo vaya aumentando de valor.
Una segunda opción es solicitar un crédito hipotecario con tasa de interés anual variable. Los bancos captan dinero de quienes desean ahorrar (a cambio del pago de un interés) y se lo prestan a quienes desean comprar (a cambio del cobro de un interés). Hay periodos donde, por diversos motivos, los bancos son capaces de captar dinero ajeno a bajas tasas de interés.
Dado esto, en este tipo de créditos se paga un dividendo en UF distinto fijado en base a la tasa de interés de cada año. Esto resulta positivo cuando las tasas de interés de la economía están por debajo de una tasa fija pactada en el pasado. No obstante, resulta negativo cuando se da lo contrario.
Una tercera y última opción es un crédito mixto. Este consiste en que, durante un periodo de años se cobra un interés y cuota en UF fijas, mientras que posteriormente un interés y cuota en UF variable, o viceversa.
¿Seguridad o incertidumbre? Lamentablemente no hay recetas. Como siempre el consejo es cotizar y gracias a la educación financiera se puede hacer con todas las cartas sobre la mesa.