Tendencia comienza a crecer con fuerza en ciudades pequeñas. Ministra de Vivienda y especialistas atribuyen alza de la verticalización a la necesidad de cercanía con fuentes laborales.
Fuente: El Mercurio
Si el crecimiento habitacional de los últimos años tuviese que graficarse, habría que hacerlo trazando nuevos límites del país hacia la altura: en la última década, las ciudades chilenas se han expandido con más fuerza hacia arriba que hacia los costados, en una persistente tendencia de verticalización, que hoy se resume en más de 30 mil edificios a lo largo de todo el país.
Es tal el ímpetu de este fenómeno que hace dos años comenzaron a construirse más departamentos que casas.
La tendencia se acentuó el año pasado. Según el balance de permisos de edificación, catastrado por el Observatorio Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), de las 108.156 viviendas iniciadas el año, el 57% (61.622) corresponde a departamentos y el 43% (46.634) a casas.
La tendencia era diametralmente la opuesta hace diez años. En 2006, de las 163.236 viviendas que iniciaban obras, el 66% (107.264) eran casas y apenas el 34% (55.972) eran departamentos, que se concentraban casi exclusivamente en zonas metropolitanas como el Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción.
“Si bien hay un componente de escasa oferta de suelo para casas, también hay un componente de demanda por espacios más centrales, mejor conectados, cercanos al comercio y a las fuentes de empleo, especialmente en ciudades grandes e intermedias. Influye también la disminución del tamaño de los hogares, el menor número de niños, los hogares unipersonales, la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral”, explica el especialista en vivienda del Centro de Estudios Públicos (CEP), Slaven Razmilic.
Añade que más que las familias tradicionales hayan cambiado sus preferencias, “lo que ha cambiado es que ahora hay más familias de otros tipos, para las que el jardín propio y los espacios amplios son menos importantes que la conectividad, el acceso a empleo y servicios”.
El especialista en vivienda José Astaburuaga dice que de todas formas, del parque existente de viviendas en Chile, el 20% corresponde a departamentos. “Representa un significativo avance respecto del Censo de 2002, cuando había un 13,3% de departamentos”, afirma.
La densificación trae consigo desafíos en la política pública: más edificios que intensifican la ocupación de las mismas vialidades han obligado a contar con leyes, como la de aportes al espacio público, que buscan mitigar el impacto de más desarrollos en el entorno urbano.
“Esta ley corrige el efecto no deseado de la densificación, ya que establece exigencias a los proyectos inmobiliarios que permitirán no solo que su construcción no cause problemas en el entorno, sino que además aporte a la generación de nuevos espacios públicos e infraestructura de transporte”, explica la ministra de Vivienda, Paulina Saball.
A futuro, la tendencia se acrecentará. Según pronostica Luis Fuentes, subdirector del Instituto de Estudios Urbanos de la UC, “habrá mayor complejidad en los patrones de crecimiento de áreas metropolitanas como Santiago, Valparaíso y Concepción, y de capitales regionales en proceso de metropolización”